El baño dejó de ser un espacio puramente funcional para convertirse en una parte clave del hogar a nivel estético. Cada vez son más las personas que buscan salir del clásico blanco total y animarse a sumar color sin caer en excesos. Pero, ¿por dónde empezar?
En esta guía te compartimos ideas simples y efectivas para incorporar colores en tu baño y transformar su estilo.
1. Empezá por los revestimientos
Los revestimientos son una forma directa y duradera de agregar color. Podés optar por:
- Una pared de acento con cerámicos de color o texturados.
- Porcelanatos en tonos neutros cálidos (beige, gris topo, terracota clara) que suman calidez sin saturar.
- Mosaicos en tonos verdes, azules o empolvados, ideales para darle vida a sectores como la zona de la ducha o la bacha.
*Si te gustan los colores intensos pero no querés arriesgarte con todas las paredes, podés usarlos en franjas o zonas delimitadas.
2. Jugá con el color de la grifería y los accesorios
La grifería es cada vez más protagonista. Hoy podés elegir entre acabados como:
- Negro mate, para un look moderno y minimalista.
- Cobre o dorado, para un baño con toques de elegancia.
- Grifería blanca o de colores, ideal para espacios juveniles o baños de visitas.
*Sumá además toalleros, jaboneras o espejos con marcos en tonos que acompañen la paleta.
3. Incorporá muebles con personalidad
El mueble de baño también puede ser el punto focal. Algunas opciones:
- Muebles en madera natural o laqueados en tonos pasteles.
- Bajomesadas en colores sólidos como azul petróleo, verde oliva o gris oscuro.
- Lavabos de apoyo en colores o materiales como piedra o cemento.
4. Textiles y decoración: el toque final
Si preferís mantener bases neutras, los textiles y objetos decorativos te permiten incorporar color de forma flexible:
- Toallas, alfombras, cortinas de baño o macetas.
- Cuadros, velas o frascos decorativos.
*Podés renovarlos fácilmente si cambiás de idea o estación.
5. Elegí una paleta y respetala
Para lograr un baño armónico, definí una paleta de 2 o 3 colores y usalos de forma equilibrada. Combiná tonos cálidos o fríos, pero evitá sobrecargar con demasiados contrastes.
Si no sabés por dónde empezar, algunas combinaciones que siempre funcionan:
- Blanco + gris claro + negro
- Arena + blanco + madera clara
- Verde salvia + blanco + dorado
- Azul oscuro + gris + madera
Como podrás ver, incorporar color en tu baño no significa hacer una reforma total ni perder funcionalidad. Con algunas decisiones bien pensadas, podés transformar el ambiente y hacerlo único, sin dejar de lado el diseño y la practicidad.
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